La familia es el punto de apoyo más importante que tienen los alumnos con TDAH,; es a ellas a las que se les requiere un mayor esfuerzo y dedicación para el tratamiento de este trastorno.
Nosotros, los profesores, cuando detectamos a un alumno con posibilidad de tener TDAH debemos comunicarlo a las familias para que actúen en consecuencia; en todo caso, tenemos que ayudarlas para que los alumnos puedan aprovechar al máximo sus capacidades, encauzar su energía por el buen camino y ayudarlos a dominarse en determinadas situaciones.
Las familias deben implicarse al cien por cien en todas las facetas del desarrollo de estos niños, para ello, desde nuestro conocimiento tenemos que poner a su disposición todos los mecanismos de que dispongamos para dotarlos de una buena educación y formación académica. Esto exige un continuo contacto de los padres con el centro y con los profesores.
Además de lo dicho más arriba, hay que recomendar a los padres el contacto con asociaciones de la zona que se dedican al tratamiento de este trastorno, porque en ellas van a encontrar todo tipo de información y de formación para afrontar con garantías esta cuestión.
Incidiendo aún más en la cuestión, debemos hacer conscientes a los padres de que estos alumnos necesitan una atención extra por parte de todos: familia, profesores, entorno..., y que ellos, con mucha paciencia, tienen que realizar un esfuerzo mayor para conducir adecuadamente a estos niños en su comportamiento, en la atención a sus trabajos, en la supervisión de las tareas de cualquier tipo, en el contacto con los profesores y tutores, etc. De esta manera, este tipo de alumnos puede tener un desarrollo y una vida completamente normales, como cualquier otro.
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