martes, 6 de mayo de 2014

Indicadores que hay que tener en cuenta para organizar nuestra actividad en el aula con niños con TDAH

Para que se lleven a cabo las tareas que nos propongamos con este tipo de alumnos y que podamos sacar de ellos el máximo partido de sus capacidades, son necesarias una serie de condiciones que posibiliten nuestra labor. Esas condiciones son los factores de éxito, que tendrán su plasmación en el aula.  
1º Familia colaboradora.- Los padres deben ser conscientes de las características especiales de sus hijos y así poder tratarlos en consonancia. Eso conlleva un esfuerzo mayor de lo normal, tanto por su hipotética conflictividad, como por su inatención,etc., que los conducirá a un trabajo extra que no termina en el aula, sino que se continúa en la casa y en todos los ámbitos de la vida de la familia. Este trabajo conjunto entre padres y profesores tendrá que ir encaminado a conseguir no solo la independencia en la vida de la persona, sino que también tendrá como fin alcanzar todos los objetivos que se puedan plantear a un alumno cualquiera.  
2º Profesores formados.- No es suficiente con que el profesor sepa que tiene alumnos con TDAH, porque no sabrá cómo tratarlos en muchas ocasiones. Si bien es cierto que no siempre un profesor convenientemente formado sepa a ciencia cierta qué es lo más conveniente en todos los casos, sí que es seguro que encontrará más salidas posibles que lo ayuden a afrontar con mayor éxito cualquier problema que surja en el aula o fuera de ella.  
3º Normativa referente a las particularidades de estos alumnos.- Con una normativa específica referida a la superación de este trastorno, el profesor, e incluso los mismos padres, se sentirán más respaldados en su labor educadora y formadora, al tiempo que en todas las instancias educativas habrá constancia de que esta es una situación real y, además, frecuente en las aulas.
4º Condiciones del aula en lo que respecta tanto a la ratio como a la distribución de espacios.- No cabe duda de que cuantos más obstáculos se encuentren en el aula más difícil se torna la labor docente y los alumnos estarán peor atendidos. En ese sentido se precisa la revisión del número de alumnos por aula, para actuar con el debido aprovechamiento y prestar atención de calidad tanto a alumnos con TDAH como a los demás con los que compartan la clase. De la distribución de espacios es obvio que el alumnado con TDAH ha de estar en un lugar de cercanía con respecto a la autoridad del aula, es decir, del profesor, para mantener más centrada su atención y para tener más controlados sus comportamientos. Aquí es importantísima la observación y el seguimiento puntual del alumno y la evolución de su relación con todo y todos los que lo rodean.  
5º Materiales y recursos educativos adecuados a cada perfil de alumno.- Este punto resultaría de gran ayuda para llevar a cabo la educación de los alumnos, localizando, ordenando y poniendo a disposición de todos los agentes implicados todo lo que en la cuestión de la problemática de alumnos con TDAH sea necesario. Muy interesante en este aspecto es la colaboración, no ya solamente dentro de un mismo colegio o instituto, sino también en distintos foros o espacios creados para el intercambio de información al respecto, de los cuales un buen ejemplo es el presente curso que estamos realizando.  
6º Colaboración entre todos los miembros del equipo educativo.- Un profesor solo puede hacer muchas cosas por sus alumnos en su clase, pero ¿qué pasa con las otras asignaturas?. Lo ideal es que todos los profesores vayan de la mano en la educación de este alumnado, coordinándose, unificando criterios y actuaciones para así poder trabajar con más seguridad y dar más seguridad a su vez al propio alumno.  
7º Contar con equipos de apoyo al profesor.- Debe haber un sistema de ayuda al profesor que sirva de consulta, apoyo y formación, para que pueda llevar a cabo una preparación adecuada de este tipo de alumnado.

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